viernes, 17 de julio de 2015

EL ‘STOCK’ DE VIVIENDAS NUEVAS SIN VENDER AÚN SUPERA EL MEDIO MILLÓN

El Ministerio de Fomento hizo ayer público su último informe sobre la reducción del stock de vivienda nueva sin vender, que estimó en un total de 535.734 casas a finales de 2014. Esta cifra supone un 5% menos que la registrada un año antes y equivale, señala en titular el diario Cinco Días, a un recorte acumulado desde máximos del 17,5% (en 2009 ascendía a 649.780 inmuebles de nueva construcción). Los restos de la burbuja se concentran allí donde se construyó a destajo en tiempos de bonanza. El sector advierte de que buena parte de esos inmuebles, sobre todo los que están mal ubicados, difícilmente hallarán salida. La bolsa de casas recién construidas tocó techo en 2009, cuando el mercado quedó paralizado, las grandes compañías del sector colapsaron y sus activos empezaron a pasar a los balances de las entidades financieras. Ese año el país acumuló casi 650.000 viviendas nuevas sin comprador. Desde entonces, el volumen se ha ido reduciendo, aunque a un ritmo del 3,6% anual. “Un descenso del 5% sigue suponiendo una cantidad minúscula”, asegura el catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Pompeu Fabra (UPF) José García Montalvo. La lentitud en ese drenaje se debe sobre todo a dos factores. Primero, las ventas de viviendas están remontando, pero de forma muy desigual: mientras las transacciones de pisos usados suben el 42%, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), las de casas nuevas caen el 37%. Eso supone que apenas el 20% de las ventas correspondan a obra nueva, cuando entre 2008 y 2013 representaban la mitad. La segunda razón es que el mercado da por perdida buena parte de esa bolsa de vivienda. “Parte de ese parque no se puede vender”, señala García‐Montalvo. El servicio de estudios de Bankinter estima que en esa situación se hallan unas 150.000 viviendas, ubicadas sobre todo en barrios o urbanizaciones fantasmas o en zonas de la costa sin demanda. Ello explica que las provincias con mayor volumen de pisos nuevos vacíos estén en la costa Mediterránea y en Castilla‐La Mancha. En términos relativos, las provincias con más stock son Castellón (6,45% del total), Almería (5,47%), Toledo (5,39%) y Albacete (4,31%). En Madrid y Barcelona, donde ya han vuelto las grúas para empezar nuevos proyectos, esa proporción se sitúa en el 1,4% y el 1,7%, respectivamente. Y según Fomento, el stock es inexistente en Cantabria y Extremadura, donde no computa ninguna casa nueva por vender. “Se vende poca obra nueva, pero además, la que está absorbiéndose es la que se está completando más recientemente, porque es la ubicada en la zona con mayor demanda”, explica García‐Montalvo. Julio Rodríguez, miembro del colectivo Economistas frente a la crisis y vocal del Consejo Superior de Estadística, pone énfasis en el papel que juegan los inversores. “El stock pesa sobre la recuperación del sector, pero quienes están tirando de la demanda no están interesados en esas viviendas. Para que el mercado pueda absorberlo el freno sobre el que hay que actuar es el mercado de trabajo”, sostiene Rodríguez, quien recuerda que la tendencia de reactivación “más firme” se está produciendo en el mercado de alquiler. (El País. Página 31. Media página).


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